Amor líquido: dulce veneno

Modelos Andrei Savin y Ana Portas. Fotografías de Amitai Gomgon.

Hay una nueva tendencia en el mundo de las citas. Se llama amor líquido.

El amor líquido consiste en mantener las cosas casuales, pero no estamos hablando del tipo de causalidad que implica pasar el rato en casa de alguien para ver Netflix. El amor líquido es cuando sales con alguien y luego no vuelves a saber de él o, si lo haces, es sólo para decirle «hola» o «¿cómo estás?».

Si sientes que tu vida es demasiado ajetreada y complicada como para meterte en una relación seria ahora mismo, ¡el amor líquido puede sonar genial! Pero también puede ser muy solitario y frustrante si estás buscando algo más que una simple aventura.

El amor líquido consiste en evitar el compromiso con otra persona porque tienes miedo de decirle cómo te sientes realmente o, peor aún, de ser lo bastante vulnerable como para compartir tus sentimientos contigo mismo. Es cierto: nos hemos acostumbrado tanto a poder dejar atrás las relaciones sin consecuencias que hemos olvidado lo importante que es el compromiso a la hora de establecer vínculos significativos con los demás (y con nosotros mismos).